Golpes de calor: ¿Cómo evitar y reconocer las señales de deshidratación en tu familia?

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En los últimos días varias regiones del país registraron altas temperaturas, como es el caso de Lima, Piura, Lambayeque, Loreto e Ica, donde se han reportado temperaturas de hasta 37° C, poniendo en riesgo la salud de los pobladores, según el pronóstico de temperatura máxima del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi).

El aumento de la temperatura y la exposición prolongada sin protección al sol pueden ocasionar golpes de calor, el cual genera cuadros de deshidratación severa, dado a la perdida de agua y sal del organismo. La persona expuesta presentará malestares generales por el aumento de la temperatura corporal por encima de lo normal. Una persona adulta mantiene una temperatura corporal normal entre los 36.6 °C y 37 C°, la temperatura por encima de los 40 C°, es peligrosa y hasta mortal.

“El golpe de calor puede afectar a personas de cualquier edad, sin embargo, los grupos de mayor riesgo son los niños, gestantes y adultos mayores. Es importante adoptar medidas de prevención durante esta temporada, dado que la deshidratación por golpes de calor generará que diversos órganos dejen de funcionar como lo harían habitualmente y si no se toman medidas con urgencia, los síntomas comenzarán a empeorar de manera progresiva, incluso aquellos no relacionados directamente con la temperatura, en caso la persona presente otra patología previa”, detalló la doctora Romy Mayta, especialista en deshidratación de B Braun.

Por ello, considerando que, a pesar de la cuarentena, muchas personas se exponen al aumento de temperatura durante su hora de salida diaria o trabajan al aire libre, la especialista brinda recomendaciones para cuidar la salud de nuestra familia, cuáles son las señales que debemos estar alertas y qué medidas podemos adoptar para prevenir la deshidratación:

SIGNOS Y SÍNTOMAS DE DESHIDRATACIÓN:

  • Deshidratación en niños: Fiebre alta, pañales secos por más de 3 horas, boca seca y lengua seca, abdomen hundido, ojos y mejillas hundidas, irritabilidad, falta de lágrimas al llorar. 
  • Deshidratación leve o moderada: Sed, boca seca o pegajosa, no orinar mucho, orina amarilla oscura, piel seca y fría, dolor de cabeza y calambres musculares. 
  • Deshidratación grave: No orinar u orina amarilla muy oscura o de color ámbar, piel seca y arrugada, irritabilidad o confusión, mareos o aturdimiento, latidos cardíacos rápidos, respiración rápida, ojos hundidos, apatía, shock (flujo sanguíneo insuficiente a través del cuerpo) e inconsciencia o delirio.

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

  1. Mantenerse hidratado: Consumir diariamente entre 1-2 litros de agua, esto asegurará que su metabolismo funcione de manera óptima, la sangre fluya y el oxígeno llegue a todas las células del cuerpo. Es importante el consumo de agua, así no tengamos sed; esta es una señal del cuerpo cuando los niveles de hidratación están por debajo de lo saludable. Evitar las bebidas procesadas como las gaseosas y los jugos envasados, los cuales no quitan la sed, todo lo contrario, la aumentan debido a la cantidad de azúcar que contienen.
  • Consumo de rehidratantes: Debido a que la deshidratación está acompañada de pérdida de líquidos y electrolitos es necesario que éstos se restauren, por ello es importante, a manera de prevención y tratamiento, el consumo de bebidas que contengan sodio, cloruro, potasio y bicarbonato, que ayudarán a restaurar de formar inmediata estos nutrientes en el organismo. El agua no cuenta con estos nutrientes, por ello, deben ser restituidos a través de soluciones orales con electrolitos, tales como Frutti Ped para niños y FruttiFlex para adultos, los cuales brindan aportes básicos que corrigen la deshidratación, cubren las pérdidas y también las previenen.
  • Mantenerse en lugares frescos: Si se encuentra en casa o ambientes cerrados, es preferible tener un ventilador para generar corriente de aire y evitar el aumento de temperatura. Por otro lado, si se encuentra en la calle, evite exponerse directamente al sol entre las 10 a.m. y las 3 p.m., pues la radiación ultravioleta se intensifica mucho más durante este periodo.
  • Buena alimentación: El consumo de frutas y verduras de temporada, pues concentran mayor cantidad de agua, entre ellas tenemos la mandarina, naranja, granadilla, fresa, uva, sandia y piña. También, verduras como, zanahoria, tomate, nabo o cebolla.
  • Usar accesorios de protección solar: Uso de bloqueador solar dentro y fuera de casa, sombreros de ala ancha y gafas de sol con filtro UV 400, dado que los ojos podrían sufrir severos daños como quemaduras en las córneas, cáncer a los párpados y cataratas en el caso de los adultos mayores.
  • Usar ropa ligera: Se recomienda usar ropa con manga larga y de preferencia con colores claros ya que protegen más del sol. Use la ropa muy holgada para evitar insolación.
  • Acude con un especialista: En caso la persona no mejore, es necesario visitar a un médico de confianza y evitar la automedicación.