“El desesperante desamparo judicial de Alan García”… Por Octavio Huachani Sánchez

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Todo hace pensar que el desamparo judicial y fiscal que actualmente envuelve al ex presidente Alan García precipitó su decisión de buscar asilo en la embajada de Uruguay. Lejos están los días cuando orondo se paseaba por tribunales y fiscalías cuyos titulares eran cercanos al partido aprista.

Hace pocos días se supo que el juez superior Hugo Velásquez Zavaleta, quien era encargado del 5º Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima había sido sancionado por la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA), debido a sus presuntos vínculos con los ex jueces César Hinostroza y Walter Ríos.

Según la resolución de la OCMA el juez Hugo Velásquez no habría impartido justicia con independencia, imparcialidad ni respetando el debido proceso.

A propósito hay que recordar que en el 2014, Hugo Velásquez Zavaleta fue el juez que anuló ocho informes de la Megacomisión que involucraba a Alan García. Según recuerda Sergio Tejada, presidente de la Megacomisión que investigó al líder aprista, Alan García, a través de una demanda de amparo, logró ser excluido de las consecuencias de los informes de la Megacomisión. Este fallo fue apelado por los miembros de la Megacomisión.

Dicha apelación fue vista por la Primera Sala Civil de Lima y gracias al voto dirimente del juez Jesús Solier Rodríguez, que presidía dicha  Sala, se anuló de forma definitiva los informes de la «Megacomisión» del Congreso, así como el proceso constitucional contra el expresidente Alan García por el caso «Narcoindultos».

La estrella de Jesús Solier

La familia Solier tiene arraigadas raíces apristas. Durante el primer gobierno de García, su hermano Luis Felipe Solier ocupó una amplia oficina en Palacio de Gobierno por el lado de Pescadería. Otras oficinas eran ocupadas por Ramirito Prialé, Mario Castro Arenas, Luis Negreiros Criado y la primera dama Pilar Nores. Luis Felipe era asiduo visitante de Haya de la Torre.

Por su parte Jesús Solier Rodríguez culminó su doctorado en la Universidad San Martin de Porres en el 2006. Y el padrino de la promoción fue Alan García.

Y como cereza de torta. Alan firmó la resolución que designó a Jesús Solier Rodríguez como magistrado. En ese año aún regía la Constitución Política de 1979 que facultaba al Presidente de la República a nombrar magistrados.

Jesús Solier fue militante aprista en la base de Surquillo y existen fotos de los libros de actas de los militantes donde él aparece. Incluso hay otra foto donde aparece con Haya de la Torre.

A la búsqueda de un juez

Más cerca en el tiempo, ya sin compañeros en el Poder Judicial, el congresista Mauricio Mulder intenta contactar a jueces afines. La idea sigue siendo la misma: blindar” a su líder.

Según audios revelados por IDL-Reporteros que datan del 28 de marzo y el 3 de abril se dieron los primeros contactos. El escogido fue el juez César Hinostroza que presidía la Segunda Sala Penal Nacional. La primera conversa se dio con términos amicales. Días después tuvieron otros diálogos.

Ambos interlocutores utilizan en su comunicación términos muy amicales, de viejos amigos o conocidos. Según se desprende de los diálogos difundidos por IDL, el objetivo de Mulder era concertar una reunión con el magistrado, que en ese momento parece ser, junto al exmagistrado Walter Ríos, el presunto artífice de una red de tráfico de influencias en el Poder Judicial, Ministerio Público y el Consejo Nacional de la Magistratura.

En el audio del 28 de marzo pasado, Mulder le dice al juez  César  Hinostroza que necesitan reunirse “en un sitio así… privado, tranquilo”.

-“No, obviamente. Hay que tener cuidado, ya sabes, ¿ya?”, responde el magistrado con bastante naturalidad.

La fuga de Hinostroza y el apresamiento de otros magistrados frustraron las intenciones de un blindaje legal que pudiera proteger a Alan García de cualquier denuncia que el Poder Judicial tendría que dilucidar.

Otros tiempos, otros fiscales

Sin duda el fiscal José Domingo Pérez ha marcado la diferencia entre el ayer y el hoy de la fiscalía.

Lejanos están los días cuando la fiscalía prácticamente estaba al servicio de Alan García.

El fiscal de la Nación José Antonio Peláez Bardales que ordenó el archivamiento de investigación a Alan García, mantuvo una relación muy estrecha con Víctor Raúl Haya de la Torre. Incluso él, su padre y sus hermanos visitaron a Haya de la Torre en Villa Mercedes.

Su hermano Eduardo Peláez Bardales, fue legislador aprista hasta en tres oportunidades además de brazo derecho del entonces secretario general del APRA Alan García.

Desde entonces el Apra ha ido perdiendo presencia tanto en la fiscalía como en el Poder Judicial lo que explicaría su afán de eludir la justica amparándose en la figura del asilo pretextando una inexistente persecución política.