Desarticulan organización criminal dedicada a extorsión, robo agravado y usurpación de terrenos

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La Policía Nacional capturó a 23 integrantes de El Nuevo Dragón Rojo, quienes utilizaban sindicatos de construcción civil para realizar el cobro de cupos y el tráfico de terrenos

La Policía Nacional del Perú (PNP) y el Ministerio Público intervinieron esta madrugada a 23 presuntos integrantes de la organización criminal (O.C.) El Nuevo Dragón Rojo, dedicada desde 2015 a la extorsión, la usurpación agravada y la tenencia ilegal de armas a través de sindicatos de trabajadores de construcción civil de las provincias de Chepén y Pacasmayo.

El ministro del Interior, Mauro Medina Guimaraes, llegó hasta Áscope, en La Libertad, para presentar los resultados de este nuevo megaoperativo, denominado Leviatán 2018, realizado en Áscope, Pacasmayo y Trujillo, y en las ciudades de Chiclayo y Chimbote.

El titular del Ministerio del Interior informó que esta organización criminal se formó con los remanentes de la O.C. el Dragón Rojo, la cual fue desarticulada en el año 2015.

Medina Guimaraes señaló que se han incautado cuatro armas de fuego, además de celulares y chips telefónicos. Manifestó que entre las personas detenidas hay dos menores de edad a quienes se les encontró volantes con mensajes extorsivos.

Asimismo, destacó el trabajo articulado entre la PNP, la Fiscalía y el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).

El megaoperativo

Uno de los primeros capturados fue el cabecilla, identificado como Jesús Rugly Cabanillas Serrano o simplemente Viejo Rusbel. Posteriormente fue atrapado Billy Joel Abanto Cahuaza (a) Billy, uno de sus lugartenientes; mientras que en simultáneo se allanaba la celda de su otra mano derecha, Segundo Hermógenes Aponte Vigo (a) Aponte o Coco.

De acuerdo con las investigaciones policiales, entre los hombres de confianza del Viejo Rusbel figuraban remanentes de la organización criminal Dragón Rojo, desarticulada parcialmente en noviembre del 2015. Por entonces estaba dirigida por Pedro Pablo Pairazamán Alcántara, conocido en el mundo del hampa como Paira, Crespo o Enano.

Pese al golpe propinado por las fuerzas del orden, algunos de sus miembros quedaron en libertad. El Viejo Rusbel –según la PNP– fue el encargado de recomponer su estructura para mantener el control en las provincias de Pacasmayo, Ascope y Trujillo.

Asimismo, el Viejo Rusbel coordinaba con los dirigentes de sindicatos de trabajadores de construcción civil para realizar el cobro de cupos y el tráfico de terrenos. En ese perfil encajaba justamente Billy Abanto Cahuaza, secretario general adjunto de dicho gremio en San Pedro de Lloc.

En la lista de capturados también aparece el presidente Juan de la Rosa Arana Zeña; al igual que su par en el Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil de Pacasmayo, José Manuel Rivasplata Mestanza.

Modus operandi

Eel megaoperativo 16 del 2018 estuvo a cargo de la División de investigaciones de Alta Complejidad (Diviac). En la intervención participaron 333 efectivos y 34 fiscales especializados en crimen organizado. Las fuerzas del orden allanaron un total 31 inmuebles y una celda en el penal Cambio Puente de Chimbote.

Como resultado de las investigaciones, la PNP pudo confirmar que el cabecilla y sus principales colaboradores transmitían las órdenes para llevar a cabo sus actividades ilícitas a través del hilo telefónico o por intermedio de familiares directos, quienes acudían al penal donde purga condena un lugarteniente.

Las autoridades sostienen que El Nuevo Dragón Rojo ejecutaba llamadas extorsivas contra empresarios dedicados a las actividades de construcción. El dinero recibido por el cobro de cupos o de trabajo era depositado en distintas cuentas bancarias, cuyos titulares eran colaboradores.

Una vez que sus víctimas cedían ante las presiones, los integrantes de la organización criminal se entrevistaban con los dueños de los negocios para ofrecerles seguridad o ‘chalequeo’. Si oponían resistencia, eran sometidos a amenazas de muerte o incluso sufrían atentados contra sus inmuebles.

Los agraviados

Algunas de sus víctimas fueron los propietarios de la cebichería El Cangrejito, las pollerías Andino Chicken y Marco Antonio, además de la empresa Consorcio del Norte, encargada de la remodelación total del frigorífico pesquero artesanal de Pacasmayo.

De igual manera extorsionaron a la empresa COAM, que tiene la concesión de la construcción del coliseo del centro poblado Chiclín, en la provincia de Ascope. La violencia escaló en el caso de un local donde funcionaba un taller de mecánica automotriz, en el distrito de La Esperanza.

El 21 de febrero del 2018, los hermanos Víctor y Rubén Pastor Romero encontraron la puerta de metal quemada y un sobre manila con un manuscrito en el que les solicitaban 50 mil soles a cambio de no atentar contra sus vidas.

Parte de sus actividades ilícitas incluía además la usurpación de terrenos abandonados para luego ofrecerlos al mejor postor. Ello fue lo que sucedió con el predio de Sandra Jubet Burgos Villa y el desalojo contra un grupo de familias posesionadas en un terreno de la zona conocida como La Greda (Pacasmayo), el 30 de enero del 2018. La venta de los predios arrebatados se hacía mediante el pago directo a favor de los integrantes de la organización criminal.

El Nuevo Dragón Rojo cometía también asaltos con arma de fuego contra propietarios de grifos, restaurantes, estaciones de servicio y dueños de fundos. Por ejemplo, el 25 de noviembre del 2017 asaltaron el puesto de comida Chino Marino. Un mes después hicieron lo mismo con la estación de servicio San Isidro, en el distrito de Guadalupe.

El 8 de marzo pasado fue atacada la estación de servicios Inversiones Cacique de Lloc Sac, ubicada en San Pedro Lloc. Tan solo cinco días después, los integrantes de El Nuevo Dragón Rojo atracaron el fundo El Ducado, en el mismo distrito.