Así viven el Mundial los niños del Bajo Urubamba

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El fútbol es la pasión en el Bajo Urubamba”, dice la profesora Zulema Loaiza, natural de la comunidad nativa Koriveni. Ella es maestra del colegio Juan Santos Atahuallpa de la comunidad nativa Camisea, hasta donde llegaron el “Chorri” Palacios y cinco profesores de la Academia Cantalao para capacitar a 28 docentes y 130 niños como parte de una campaña que impulsa el Consorcio Camisea, operado por Pluspetrol.

En el Bajo Urubamba, los niños y niñas empiezan a jugar con el balón desde los 3 años, según cuentan sus padres, quienes explican que en la actualidad hay 8 equipos de fútbol reconocidos por la Federación Peruana de Fútbol (FPF), a lo largo de 23 comunidades nativas y 5 asentamientos rurales de la zona. En la Comunidad Nativa Camisea, por ejemplo, las mujeres juegan de 3 a 4:30 p.m. y los varones después.

El Consorcio Camisea organizó recientemente una clínica deportiva, enfocada en una metodología de entrenamiento moderno, donde participaron 130 niños de las comunidades nativas Shivankoreni, Segakiato, Kashiriari, Nuevo Mundo, Kirigueti, Camisea y Ticumpinia, todas pertenecientes al distrito Megantoni, provincia de La Convención, Cusco.

Capacidad y pasión

Para Roberto “El Chorri” Palacios, invitado especial de Camisea, estos talleres dan a los niños “la posibilidad de soñar con ser grandes deportistas”. “Estoy seguro de que en un futuro, esto va a ser recompenzado con alguno de los chicos convertido en un gran futbolista”.

David Simón, jefe de la comunidad Camisea, precisa que es la primera vez que se hace este tipo de campañas en la comunidad, lo cual permite apreciar la pasión de los niños por el balón. El fútbol es el primer deporte en el Bajo Urubamba. Esto sirve para que los docentes también incentiven la actividad física y deportiva en sus alumnos”, acotó el dirigente comunal.

Al término de la Clínica Deportiva, los padres, profesores y niños se mostraron con grandes expectativas para que este tipo de talleres continúen. Juan Carlos Mariño, entrenador de Cantolao y exseleccionado nacional, resume así su visita: La idea es tratar que los menores absorvan la experiencia de los profesores, y con su talento, sigan creciendo”.

El fútbol se destila desde cada rincón de esta parte de la Amazonía peruana y los niños y niñas lo viven como entusiastas guerreros ansiosos de gol y alegría. “Acá los niños aman el fútbol, lo juegan a cada momento. Ahora lo están conociendo mejor”, explica Gladis Ghuanilo, profesora de la I.E. 50725 de la comunidad Kashiriari.