Luego de que terminará la sesión de la comisión que investiga a Edgar Alarcón, el títular de la Contraloría denunció ser víctima de una persecución mediática, desde que dicha institución emitió un informe sobre el aeropuerto de Chinchero.
«Ahora soy víctima de una avalancha de denuncias, todo a partir de que la Contraloría emitió dicho informe sobre Chinchero. Se ha complicado mi vida personal y la institucionalidad de la entidad», expresó el contralor.
Alarcón aseguró que las denuncias por compra de vehículos presentadas en su contra no tienen sustento. Indicó además que se le culpa por adquirir vehículos desde el año 1994 cuando según él, comenzó recién a ser funcionario público el año 1997.
Asimismo, precisó que compró dos terrenos en Camaná por 5000 nuevos soles cada uno en el 2008. También confirmó que la invitación al auditor Walter Grados fue por amistad y no por un tema de presión para que retirará la denuncia del Congreso.
En ese sentido, rechazó que la Contraloría esté detrás de las grabaciones alegando que tanto él como los trabajadores de dicha entidad «no acostumbran a ese tipo de políticas».
